jueves, 6 de noviembre de 2014

Proceso de Mestizaje en la región Llanera

Al examinar la historia inicial del proceso de mestizaje que dio origen a la etnia llanera es necesario tener en cuenta: el tipo de grupos aborígenes relativamente sedentarios que habitaban las sabanas del Orinoco y que fueron la base de la cual partió este proceso. Es importante, así mismo, examinar el tipo de relaciones económicas y sociales acaecidas en el medio físico del Llano, en donde la riqueza estaba representada por ganado, y la fuerza de trabajo eran los vaqueros o peones, es decir, la fuerza de trabajo la constituyeron los indios que , aprendieron las faenas del hato que aprendieron a montar a caballo.

Los aborígenes de la Orinoquia y particularmente de los Llanos, eran hombres del tipo Arawak, con emparentamientos de chibcha y Caribe. Aunque este último no se asentó allí, sí extendió sus génes entre las tribus sojuzgadas.

La familia Arawak estuvo representada en el Llano por cepas muy antiguas sobre las cuales se fueron superponiendo otras parcialidades lingüísticas su grupo mas típico lo encarna el Achagua, que en épocas anteriores a la Conquista llegó a ocupar el espacio comprendido entre los ríos Cojedes y Guaviare. Por su docilidad innata y fuerte vocación sedentaria esta etnia fue la primera en adatarse a la cultura occidental dejando numerosos toponímicos que enriquecen el hablar regional.

La familia Chibcha estuvo representada por dos grandes subfamilias localizadas en el piedemonte arauco-casanareno: la Betoy y la Tunebo. Esta subfamilia Betoy sostuvo relaciones con los Girara, indios muy belicosos oriundos del piedemonte venezolano que sufrieron los ataques de los comisionados de la Casa Welser y evitando su extinción, buscaron refugio en el piedemonte araucano. 

“Españoles y criollos tras la riqueza ganadera y la mano de obra indígena; los indios en defensa de su tierra y de su vida, entran en relación antagónica, conflictiva, que ofrecía a los aborígenes una sola vía de sobrevivencia y escape: el mestizaje racial y cultural. Fue un proceso largo(aporx. 350 años), duro, complejo. Finalmente desembocó en la formación de un nuevo tipo humano con rasgos muy definidos y propios, cuya adaptación al medio lindé, fue con la identificación: el llanero. Pudiéramos decir lo mismo de otra forma. Hablar de un proceso en el cual medio y hombres se relacionan e influencian intrincadamente hasta producir una nueva cultura,la cultura llanera, la cultura del caballo”. 
(Febres, Humberto. En Unellez. 1990, pág. 49).


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